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domingo, 19 de abril de 2015

El amor indeciso


                                          Dhttp://es.wikipedia.org/wiki/Dulce_Mar%C3%ADa_Loynaz
       Dulce María Loynaz del Castillo, escritora cubana, Premio Cervantes de Literatura en 1992


Hace poco tiempo estuve mirando un programa de la Televisión Cubana, Entre Amigos, conducido por Julio Acanda, donde la artista Aurora Pita -¿la recuerdan?-, contó que en una fiesta en casa de Dulce María Loynaz, ésta le confesó que este poema se lo había escrito ella a una amiga que visitaba su casa, al tiempo que también la visitaba un médico del que estaba enamorada (su amiga). El médico también parecía estarlo de la señorita en cuestión, pero no se decidía. Téngase en cuenta que en aquellos tiempos las mujeres no podían "insinuarse" ni nada de nada...porque ahí si que "adiós Lola" con casamiento o noviazgo. Entonces Dulce María le dijo a su amiga: "Te voy a escribir un poema para que se lo leas, pero parada en la puerta, no lo puedes dejar pasar". Y puntualizó: "si después de leérselo el hombre no te dice ni "pío", pues mi amiga, la verdad es que no existe ninguna posibilidad de que se te declare". Cuenta que así lo hizo la mujer: le leyó el poema al otro día. Ahora, lo que nadie sabe es si el médico "mordió el anzuelo"con el poema ni qué pasó.El que sepa en qué paró la historia puede contarla. Lo que no se puede negar es que ¡el poemita está como para animar al más indeciso!  

El amor indeciso
(De Versos, 1920-1938)
 Dulce María Loynaz
Un amor indeciso se ha acercado a mi puerta…
Y no pasa; y se queda frente a la puerta abierta.
Yo le digo al amor: -¿Qué te trae a mi casa?
Y el amor no responde, no saluda, no pasa…
Es un amor pequeño que perdió su camino:
Venía ya la noche… Y con la noche vino.
¡Qué amor tan pequeñito para andar con la sombra!…
¿Qué palabra no dice, qué nombre no me nombra?…
¿Qué deja ir o espera? ¿Qué paisaje apretado
se le quedó en el fondo de los ojos cerrados?
Este amor nada dice… Este amor nada sabe:
Es del color del viento, de la huella que un ave
deja en el viento… ¡Amor semi-despierto, tienes
los ojos neblinosos aun de Lázaro!… Vienes
de una sombra a otra sombra con los pasos trocados
de los ebrios, los locos… ¡Y los resucitados!

Extraño amor sin rumbo que me gana y me pierde,
que huele las naranjas y que las rosas muerde…,
Que todo lo confunde, lo deja… ¡Y no lo deja!
Que esconde estrellas nuevas en la ceniza vieja…
Y no sabe morir ni vivir: Y no sabe
que el mañana es tan sólo el hoy muerto… El cadáver
futuro de este hoy claro, de esta hora cierta…
Un amor indeciso se ha dormido a mi puerta…
           
                                                        Versión mía de El Beso, de Klimt.
                                                (sin fines de lucro, solo para mi disfrute personal)

lunes, 5 de enero de 2015


Allá por 1998, mientras trabajaba con mi amiga Yamilé Hernández en el FOCSA, un amigo del departamento, Rubén, me mostró este poema. Lo copié con una vieja máquina de escribir pues aún en aquel tiempo no teníamos computadora en el departamento, y menos aún Internet. Hoy lo encontré y con gusto lo pongo en mi blog para todos los que aman la poesía. Es de un escritor llamado Jorge Debravo, nacido en Costa Rica. ¡Disfrútennlo!

"Salmo de las maderas"


Jorge Debravo
Hay maderas oscuras y profundas
como tus ojos y tus cabellos.
Porque tus ojos y tus cabellos son
como maderas profundas y charoladas.

Hay maderas suaves y livianas
como tu piel y tu alegría.
Porque tu piel y tu alegría son
como maderas suaves y livianas.

Hay maderas recias y macizas
como tus piernas y tus espaldas.
Porque tus piernas y tus espaldas son
como maderas recias y macizas.

Hay maderas húmedas y rojas
como la piel de tus labios y de tu lengua.
Porque la piel de tus labios y de tu lengua es
como una madera roja y empapada de savia.

Hay maderas olorosas y vivas
como el olor de tu cuerpo.
Porque el olor de tu cuerpo es
como el olor de las maderas
cortadas en los tiempos de lluvias.

Hay maderas que al ser trabajadas
dan notas musicales y perfectas.
Tu amor es una nota musical y perfecta
como el sonido que dan ciertas maderas
cuando son trabajadas.

Hay maderas que se quejan en las noches de lluvia
y en las tardes de tormenta.
Porque eres triste, y esto te embellece y purifica,
te pareces a esas maderas que se quejan
en las noches de lluvia y en las tardes de tormenta.

Hay maderas que tienen un sabor y perfume
tan propios que, cuando se las huele o se las besa,
ya no son olvidadas nunca más en la vida.
Porque eres fatalmente inolvidable,

te pareces a esas maderas que se recuerdan
hasta la muerte cuando se las huele o se las besa.