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miércoles, 19 de septiembre de 2012

"Una amapola en mi patio"

 

"Una amapola en mi patio"

 

Por: Taimí Antigua Lorenzo

Nunca había visto una planta, ni flor de amapola...¡hasta que el pasado sábado le brotó una flor a la única matica que se me dio en el jardín de mi patio! Había sembrado un paquete de semillas de amapola en el verano, pero entre los pájaros y las hormigas que se las comieron o dispersaron, nada parecía resultar.

¡Qué bella florecita morada! Estaba encantada, y no pude dejar de recordar la época de estudiante universitaria cuando me dieron a leer aquel poema del eminente poeta mexicano Alfonso Reyes "Glosa de mi tierra" que siempre me ha dado vueltas en la cabeza cuando de amores se trata. Aquí se los dejo.


"GLOSA DE MI TIERRA
Por: Alfonso Reyes

Amapolita morada
del valle donde nací:
si no estás enamorada,
enamórate de mí.

I

Aduerma el rojo clavel,
o el blanco jazmín, las sienes;
que el dardo sólo desdenes,
v sólo furia el laurel.
Dé el monacillo su miel,
y la naranja rugada,
y la sedienta granada,
zumo y sangre -oro y rubí-;
que yo te prefiero a ti,
amapolita morada.

II

Al pie de la higuera hojosa
tiende el manto la alfombrilla;
crecen la anacua sencilla
y la cortesana rosa;
donde no la mariposa,
tornasola el colibrí.
Pero te prefiero a ti,
de quien la mano se aleja;
vaso en que duerme la queja
del valle donde nací.

III

Cuando al renacer el día
y al despertar de la siesta,
hacen las urracas fiesta
y salvas de gritería,
¿por qué, amapola, tan fría,
o tan pura o tan callada?
¿Por qué, sin decirme nada,
me infundes un ansia incierta
-copa exhausta, mano abierta,
si no estás enamorada?

IV

¿Nacerán estrellas de oro
de tu cáliz tremulento,
-norma para el pensamiento
o bujeta para el lloro?
¡No vale un canto sonoro
el silencio que te oí!
Apurando estoy en ti
cuánta la música yerra.
Amapola de mi tierra:
enamórate de mí.

sábado, 15 de septiembre de 2012

"Martí, poesía siempre"

 

"Martí, poesía siempre"

Por: Taimí Antigua (Este trabajo lo publiqué cuando trabajaba en la AIN, Agencia Cubana de Noticias, La Habana, Cuba,2006)
Fotos de Internet

De nuestro héroe nacional, José Martí, se ha hablado y escrito mucho, pero nunca lo suficiente como para abarcar su fecunda obra revolucionaria y literaria.

Pero quisiera referirme en este trabajo al hecho de que no todo el mundo se da cuenta que Martí, de adulto, apenas vivió en Cuba. Nació en La Habana, pasó aquí su infancia y adolescencia hasta los 16 años cuando fue preso acusado por delito político, e ingresó a presidio para sufrir los más duros trabajos en las canteras de San Lázaro, con
grillete y cadena.


Después de un año de presidio, su pena fue conmutada por el exilio. Salió para España siendo casi un niño en edad, aunque casi todo un hombre en saber.


Un año después pudo regresar a su patria aprovechando la amnistía general después del pacto del Zanjón, y finalmente, después de múltiples viajes por diferentes países latinoamericanos y Estados Unidos, volvió por sólo treinta y ocho días, antes de que el fuego español acabara con su vida en Dos Ríos.

De adulto, pocos los conocieron en Cuba, pero quienes sí pudieron tratarlo más fueron los patriotas cubanos que emigraron a Nueva York, tales como las hermanas Matilde y Amalia Simoni (viuda de Ignacio Agramante) y sus hijos, Carmen Miyares y Manuel Mantilla, entre otros.

En esa ciudad creó su estudio, trabajó para varias publicaciones, conspiró para la independencia cubana y vivió de forma regular, con la interrupción de cortas estadías en Centro América y Venezuela, tal como explica la francesa Blanche Zacharie de Baralt en su libro El Martí que yo conocí, libro que resulta curioso además por múltiples anécdotas sobre los avatares del Martí patriota, escritor, orador y amigo de artistas y de cubanos emigrados, tanto ricos como pobres, lo mismo negros, mulatos que blancos.

Blanche lo conoció en 1884 durante una soireé musical en Nueva York cuando apenas tenía 18 años. Esta se convirtió poco después en la esposa de Luis A. Baralt y Peoli, médico, poeta, profesor y patriota cubano, cuya hermana, Adelaida Baralt ayudó a Martí a publicar la novela por entregas Funesta Amistad, la cual fue publicada en el periódico neoyorkino El Latino Americano, bajo el seudónimo de Adelaida Ral.

Como Martí hacía versos con una facilidad pasmosa y sentía que la obra, por haber sido escrita tan a prisa, no tenía mucha calidad, cuando recibe el pago por la misma, le envía parte del importe a su amiga con una graciosa nota donde escribió tres cuartetos, aquí les muestro el primero:

De una novela sin arte
la comisión ahí le envío
bien haya el pecado mío
ya que a usted le toca parte.

Y es que era costumbre suya acompañar sus cartas o esquelas con versos para darles una noticia o agradecerles un insignificante favor.

En otra ocasión Adelaida dejó, al parecer olvidada, su bolsa en la pensión de Carmen Miyares (donde residió mucho tiempo) y se la mandó con esta graciosa notica:

Sin violación de secretos
devuelvo el portamonedas
rogándole a Dios que pueda
verlo de amor y de greenbacks repleto.


También a Adelita, una de las hijas de Blanche Zacharie de Baralt, le envió un obsequio por las Pascuas. Se trataba de una pequeña tacita de Dresde, acompañada de estos versos:

El enanito de arriba
trajo a Adela esta mañana
esta -----------porcelana
a la porcelana viva.


No queriendo escribir la palabra "linda" para calificar su regalo, puso una rayita por pura y exquisita modestia.

Entre las otras familias muy visitadas por nuestro héroe, estaban la de su viejo amigo Fermín Valdés Domínguez, los esposos Carrillo, los Peoli, los Miranda, la de Gonzalo de Quesada (quien póstumamente coleccionó su obra), y la de Benjamín Guerra -tesorero de la Junta Revolucionaria en Nueva York-, quien fue a verlo un día que estaba enfermo en compañía de sus hijas, la mayor, Ubaldina, y la menor, Panchita.

Las pequeñas llevaron a Martí dos mazos de claveles rojos, que poco después le sugirieron estos versos:

Pinta mi amigo el pintor
Sus angelones dorados
En nubes arrodillados
Con soles alrededor.

Pínteme con sus pinceles
Dos angelitos medrosos
Que me trajeron piadosos
Sus dos ramos de claveles.


Como casi todas las hijas de emigrantes cubanos, Ubaldina conocía bien Los zapaticos de rosa y un día en que Martí la sentó en sus rodillas se los recitó de memoria.


Al día siguiente, para demostrar su complacencia, le mandó de regalo un quitrín cubano (de juguete) y dentro una muñequita con zapatos rosados, y estos versos que parafrasean su famoso poema:

A Ubaldina la hechicera
le manda por generosa
esta memoria ligera,
Pilar, la niña sincera
de los zapatos de rosa.

Y ya que el sol da calor,
si en un jardín hay dos flores,
por igual a cada flor,
le va a Panchita un señor
con su carrito de flores.


Hay otra anécdota que cuentan quienes lo conocieron que hasta después de muerto fue útil a sus amigos. Su poesía ayudó a María Luisa Sánchez de Ferrara,-una mujer estadounidense, pero hija de cubanos-, para que pudiera ejercer su derecho al voto en Cuba, país a donde había regresado con toda su familia al finalizar la guerra.


Su esposo, el abogado Orestes Ferrara (quien aunque italiano, vivió gran parte de su vida en Cuba y fue coronel en las guerras de independencia), llevó ante los abogados un álbum de autógrafos donde en Tampa en 1891 Martí le había escrito los siguientes versos:

A MARÍA LUISA SÁNCHEZ

No hay en la bárbara guerra
del mundo más que un consuelo
las estrellas en el cielo
y las niñas en la tierra.

No hay rival de la mañana
con su luz pálida y pura
mas sí hay rival, tu ternura
pálida niña cubana.

Yo diré, mi niña esbelta,
allá en mi hogar de martirio,
que he visto en Ibor un lirio
con la cabellera suelta.

Después que los abogados los leyeron, no pudieron poner en tela de juicio la cubanía de la demandante y le permitieron votar.


Pues así fue Martí, que llenó de poesía no sólo su obra literaria, sino también sus relaciones con amigos y con todos aquellos que le tocaban las fibras del alma.
 

“Sobre La Ley Seca en Estados Unidos”

“Sobre La Ley Seca en Estados Unidos”
Por: Taimí Antigua Lorenzo

Entre los principales promotores de la Ley Seca en Estados Unidos estuvieron organizaciones cristianas femeninas como Prohibition Party y el Movimiento por la Templanza (o Temperancia) que veían el alcohol como la principal causa de los males sociales de la época: pobreza, violencia doméstica, prostitución y hasta enfermedades mentales.

Pero mírenlas bien y ¿díganme si con esas caras los hombres iban a dejar la bebida?
 
Predicaban en iglesias, en actividades sociales y ponían letreros en cuanto sitio podían.
                                            Carry A. Nation

Personajes como Carry A. Nation y activistas del Movimiento por la Templanza eran capaces de atacar tabernas con un hacha y destruir las botellas que allí encontraban.
    A poster for the Woman's Christian Temperance Union shows   women mashing away the evils of alcohol.

Ya desde 1914 estos movimientos, principalmente de origen metodista y protestante, pedían moderación en el comer y en el beber. Luego exigieron la prohibición total del consumo de alcohol, y finalmente del alcohol, especialmente de la industria que lo producía y vendía.


La Ley Seca rigió en Estados Unidos entre 1919 y 1933. Fue establecida por la Constitución, e implementada por el Acta Volstead. No prohibía el consumo de alcohol, pero hacía difícil su consumo porque prohibía la manufactura, venta y transporte de bebidas alcohólicas. Aunque la producción comercial de vino estaba prohibida, no así la venta de jugo de uva, que se vendía en forma de “ladrillos” semi-sólidos y era utilizada para la producción casera de vino.


Muchos de los delitos más serios de la década de 1920, incluyendo robo y asesinato, fueron resultado directo de esta ley. En lo que duró la prohibición, 30,000 personas murieron por ingerir alcohol metílico y otras destilaciones venenosas; 100,000 personas sufrieron lesiones permanentes como ceguera o parálisis; 45,000 personas fueron sentenciadas a prisión y más del triple fueron multadas o retenidas de forma preventiva. Un 34% de los agentes encargados de hacer cumplir la ley fueron expedientados, y un 10% fueron expulsados por extorsión, robo, falsificación de datos, hurto, tráfico y perjurio; mientras el crimen organizado alcanzó su máximo auge.

                                                          Al Capone

El alcohol continuó siendo producido de forma clandestina y también importado clandestinamente de países limítrofes, provocando el auge considerable del crimen organizado. Ejemplo de esto fueron Al Capone y otros jefes mafiosos que hicieron millones de dólares mediante el tráfico y la venta a espaldas de la ley.

Pero en la década de 1920 la opinión pública dio un giro y se constató que había sido peor el remedio que la enfermedad. Finalmente, en marzo de 1933 Roosevelt firmó el Acta Cullen-Harrison que legalizó la venta de cerveza que tuviera hasta 3.2% de alcohol y la venta de vino. Ese mismo año se ratificó la Enmienda XXI, que le puso fin, aunque algunos estados continuaron aplicando leyes locales para prohibir la venta de alcohol.


Pero, volviendo al inicio del post: mírenlas bien. Creo que los esposos de dichas promotoras de la Ley Seca hubiesen preferido la botella…

lunes, 10 de septiembre de 2012

“Cuidado con el pederasta”

                        

“Cuidado con el pederasta

Por: Taimí Antigua Lorenzo

Tan pronto ví el letrero en la esquina me asusté: “Watch Pedestrian”.*
¡Ay Dios mío! Tenía que avisarle pronto a mi amiga Regla Martínez para que estuviera al tanto y se apresurara en recoger a sus hijos en la escuela.
Como no tenía teléfono celular, la llamé desde un teléfono del mall.

-¿Tú estás segura? Me preguntó como quien desconfía.

-Oye, te digo que sí. El anuncio no sólo estaba en una esquina sino en varias de las que caminé de la parada del bus hasta el mall.

-OK, hoy iré a buscarlos temprano, me dijo.

-Yo también iré temprano a buscar a mi hijo.

Nos despedimos y colgué el teléfono.

Estaba en un mall. Allí había un piso donde daban gratis clases de inglés para inmigrantes. Era mi primer día. Estaba feliz, pero a la vez un poco asustada con eso del pederasta suelto. İ Menos mal que en este país todo era tan organizado!

Me maravillé al pensar que la policía fuera tan efectiva: un pederasta suelto y un letrero amarillo en cada esquina para avisarle a la población. ¡Era increíble! Seguramente de hoy no pasa que lo agarren, pensé.

Recordé entonces varias noticias que habían estado transmitiendo en los noticieros sobre pederastas detenidos muchísimos años después de haber cometido sus fechorías. Otras sobre sacerdotes y obispos que, casi con un pie en la tumba, fue que confesaron sus crímenes o fueron desenmascarados por sus víctimas.

Aproveché el receso y les advertí a las colombianas de mi grupo: ¡Recojan temprano a sus hijos que anda suelto un pederasta!

Caras de asombro, ojos abiertos.

-Pero, ¿por qué se asombran?, les dije. Ustedes saben que este país es del “Primer Mundo, no en vano hay tanta tecnología a disposición de la policía, remarqué.

Bajé al primer piso y en menos de diez minutos llamé a varias conocidas cubanas que tenían niños en la escuela y les advertí del peligro. Por último, llamé a mi esposo.

Al salir de las clases, a eso de las 3: 00 P.M., seguían los anuncios en cada esquina.

¡Aún no lo han pescado!, pensé con disgusto y preocupación.

Seguí mi camino hasta la parada del autobús y comprobé que en las siguientes esquinas también se mantenían los avisos sobre el pederasta.

Me faltaba una sola cuadra por caminar cuando vi que en London sí había servicio de Metro. Regla Martínez me había asegurado que eso era únicamente en Toronto y en otras ciudades populosas, pero en London no ¡qué va!

Mis ojos no mentían: allí estaba aquel letrero sobre la entrada: “SUBWAY”. Noté algunas personas salían comiendo sandwich. Nunca fui partidaria de que se comiera mientras se andaba por la calle, pero ¡qué remedio! Reflexioné ¡Este clima canadiense da una clase de haaaaaaaaambre! Los entiendo, pero ella que me explique por qué me mintió, iba mascullando para mis adentros.

Al llegar a la entrada de la escuela me encontré con Regla Martínez que me estaba esperando un poco agitada para preguntarme:

-¿Podrías deletrearme esos letreros que viste?

-¡Sí, como no! Decían así: “Watch Pedestrian”. Y le deletreé: W- a-t-c-h -P-e-d-e-s-t-r-i-a-n.

Tuve por respuesta un contundente consejo: "Amiga, no se te ocurra faltar ni un día a la escuelita de inglés.

* A los pederastas también les llaman pedófilos en español."Pedophile" en inglés, de ahí mi confusión.