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domingo, 19 de junio de 2016

"Paseo al Castillo de Boldt en el río San Lorenzo"

"Paseo al Castillo de Boldt en el río San Lorenzo"
Por: Taimí Antigua Lorenzo
Fotos: Todas tomadas por la autora



Para pasar un “Día de los Padres” diferente, nos fuimos en barco a Alexandria Bay, en el norte del estado de New York, región de las 1000 islas. Visitamos la Isla de Heart, donde se levanta el impresionante castillo de Boldt con sus hermosos jardines.





Fue un "colirio" para los ojos ver los fabulosos cottages y mansiones con sus casas para los barcos privados. Todas ubicadas en las islas del río San Lorenzo, de un lado USA, del otro Canadá. 



No son exactamente 1000 islas, sino unas 1800; algunas no son más que piedras que sobresalen del nivel del agua y no están habitadas. 

Esta es una de las zonas navegables más peligrosas del planeta y los capitanes de barco son unos expertos navegantes. 


Tras pocos minutos de navegación llegamos a la Isla Heart, donde el multimillonario George C. Boldt mandó a construir un castillo para que la familia pasara los veranos. 



Ya en el lugar existía una casa de madera donde la familia acostumbraba a ir. Téngase en cuenta que desde finales del siglo XIX esta fue una famosa área de veraneo para personas adineradas de Estados Unidos y Canadá.


Lo primero que se construyó fue la “Casa de las palomas”. Se erigió primero una torre de piedras con un palomar en su tope. Esto fue parte de una especie de “gallinero” donde la pareja coleccionaba aves exóticas. 


Esta estructura fue también la primera de muchas torres que se construyeron en esta y en las islas cercanas.

Entre 1894 y 1896, se construyeron la “Power  House” (Casa para suministrar la electricidad), la Torre Alster y el Dove-Cote (llamado el palomar). El viejo cottage de madera fue demolido en 1899, y una parte del mismo se instaló en la cercana isla de Welley. Hoy en día forma parte de un campo de golf, que aún se utiliza.

El castillo, ubicado en lo alto de la pequeña colina rocosa de la isla, fue rodeado de un hermoso jardín estilo italiano, que se extendía desde una terraza con un largo paseo que bajaba hasta un túnel de servicio hecho con paredes de piedra. 



Para decorarlo se encargaron estatuas de mármol a Italia, pero éstas nunca llegaron a ponerse. Casi a finales del siglo XX fueron descubiertas en la casa de los botes: hundidas o sumergidas bajo el agua.


En el extremo opuesto del jardín se hizo un salón para bailes, una piscina-fuente rodeada por una terraza baja y curva, que servía para mirar el pintoresco paisaje que ofrecía la “Power House”.



El castilo fue diseñado a semejanza de la arquitectura europea  del siglo XVI, pero con detalles  clásicos renovados en sus torres, combinando elementos tradicionales y medievales con formas modernas para aquellos tiempos (finales del siglo XIX), tales como grandes ventanas de cristal plateado y extensas barandas.



Tiene seis pisos desde sus cimientos, donde hay una piscina interior, hasta la habitación más alta ubicada en la torre. Cuenta con un elevador para dar servicio a sus 127 habitaciones. 



El castillo tiene una hermosa biblioteca, un salón de billard, comedor para los empleados y véase aquí el comedor familiar, que nunca llegó a usarse.


En su construcción se usó acero y concreto. Sus techos y paredes fueron hechos a prueba de incendios. 

También se utilizó granito para sus paredes, las que estaban ornamentadas ricamente con enyesados decorativos.



Boldt ordenó darle forma de “corazón” a la isla, y la renombró así pues originalmente la isla se llamaba “Hearth”, no Heart.


En especial iba a ser el regalo por el 14 de febrero para su esposa, Louise. Pero ella murió repentinamente de una enfermedad del corazón un mes antes, en enero de 1913.Las obras, en las que trabajaban unos 300 albañiles, fueron abandonadas. 



Desde entonces el castillo fue saqueado sin piedad, muchos de sus mármoles, maderas preciosas y cristales fueron robados. Sirvió de alojamiento a bandidos y saqueadores de todo tipo durante 73 años.



Pero en 1977 “The Thousand Islands Bridge Authority” tomó en sus manos la reconstrucción de este proyecto inconcluso. Hoy en día este castillo de cuentos de hadas es una importante atracción turística. 


Lo han visitado hasta la fecha unos 6,6 millones de personas. Durante 39 años se ha ido reconstruyendo poco a poco, habitación por habitación y ha costado millones de dólares, pues todavía falta mucho por hacer.


El Sr. Boldt había sido un pobre jovencito emigrante proveniente de Prusia. Llegó a Estados Unidos en la década de 1860s, con 13 años y si un centavo. Pero era un hombre de increíbles habilidades y aptitudes organizativas. Tuvo diferentes trabajos, fue desde camarero hasta como criador de pollos en una granja. Con el paso del tiempo llegó a convertirse en el magnate de hoteles más exitoso de Estados Unidos. Fue el manager y principal accionista del hotel Waldorf-Astoria de New York, y del Belleveu- Straford en Filadelfia. Fue presidente de varias compañías, directivo de la Universidad de Cornell y Director de la Asociación de Hoteles de New York. Para él, soñar y lograr sus metas eran sinónimos.


Después de la muerte de su esposa en 1904, dejó abandonada la isla de Heart y nunca más regresó a ella. Murió en 1916 a los 65 años de edad. Podría decirse que "alcanzó el sueño americano", por sus logros, pero en la cúspide de su gloria perdió su tesoro más preciado: su esposa, con la que se había casado un mes antes de que ella cumpliera 16 años. Tuvieron dos hijos: una hembra, Clover, que tenía 21 años a la muerte de su madre, y George Jr., que tenía 24 cuando la tragedia tocó a la puerta de la acaudalada familia.


El castillo de Boldt permanece a través del tiempo como un símbolo del amor, y como un monumento eterno a la memoria del hombre cuyos sueños no estuvieron lejos de todas sus capacidades. Muchas parejas eligen desde hace años este hermoso lugar para celebrar sus ceremonias nupciales. Se estima que unas 1000 parejas se han casado en la isla de Heart. İNo podrían escoger mejor sitio!

jueves, 26 de mayo de 2016

“Teté Comité o la Mala Idea, mi vecina quebecois"

“Teté Comité o la Mala Idea, mi vecina quebecois"

 Por: Taimí Antigua L.


                                            Así luce mi vecindario cualquier día de invierno

Hoy por poco mando al carajo a la vecina de enfrente, una vieja quebecois "con muy malas pulgas", que le tiene una roñaaaaaaaaaa al resto de los canadienses ¡que no la brinca un chivo! Yo creo que solo me habla porque sabe que mi idioma natal es el español. Si existiera un CDR en Canadá, ella sería la presidenta del de mi barrio. No sale pero parece que tiene un telescopio, sabe todo lo que pasa en el barrio. Lo mismo le manda cartas al alcalde que a los miembros del Parlamento. Hace un año la boté literalmente de mi propiedad por venir a hablar mal de otros. Jamás imaginé que volvería a poner los pies frente a mi puerta. Hoy, para mi sorpresa, apareció como a la 1:00 pm...así descaradamente, creí que a darme una orden:

-"Toma una ducha y sígueme", (take a shower and follow me!) entendí.
 -¿Qué tú dices,... tú me estás mandando a bañar, a mí...a esta cubana? ¡Ay vieja bruja, te tostaste con mantequilla!!!!
 Pero no ja ja..es que habla el inglés con un acento tan, pero tan raro, y era que me estaba ordenando coger una pala -eso sí, ella habla en imperativo. La miré con un solo ojo, tipo cíclope pa' desafiarla vaya, sin abrir mucho la puerta, y le pregunté con guapería de solar: ¿A shower now, why?
 - Noooooo, I mean a shovel, casi gritó!!! Para que abras una brecha en la acera y puedas recoger a tu hijo cuando pare el autobús, ya he quitado mucha nieve y no puedo palear más, replicó enfántica.
 ¡Ahhhhhh! Respiré aliviada, cerré el ojo de nuevo, le hice otra mueca, pensé que había venido a mi casa a mandarme a bañar, ñoooooo...
 -Ok, I'll do it later on.

- No, now! This is the best time for shovelling, me ordenó de nuevo.

- Yo quería ser cortés y no mandarla pal'...

- No, me duele la cabeza, le respondí...later, I already told you....

Cerré la puerta en su nariz y me dije: "Bueno Taimicita, de verdad que no hay manera de cruzar desde la acera a la calle". La nieve cubría todo el parterre, y mi única manera de cruzarlo para llegar al autobús era quitarla. "Ni pá tí ni pá mí", la cosa quedó 50/50...

A las 2:25 pm salí con mi nariz respingada, con snowpant, abrigo y el copón divino a dar pala frente a su casa, menos mal que solo había -4C...Me abrí mi caminito, sentí su mirada clavada en mi espalda, sabía que me estaba "bacilando desde su ventana"... la muy cabrona. ¡Total, le hubiera hecho una seña al driver pa' que parara en la esquina!




miércoles, 14 de octubre de 2015

“El otoño y sus colores en Ontario”
Fotos: Taimí Antigua Lorenzo


En el área donde vivo, el noroeste de la provincia de Ontario, en Canadá, sentimos que el verano llega a su fin, no porque empiece un nuevo curso escolar, sino porque la "Madre Natura" funciona como un reloj suizo justo al terminar el mes de agosto. Poco a poco las hojas de los árboles comienzan a caer, la hierba aún crece, pero disminuye su ritmo de crecimiento.

Las pequeñas ramas de los árboles también empiezan a verse sobre el césped cada mañana y los canadienses comenzamos a sacar chaquetas y abrigos ligeros, preferiblemente con gorros pues también las lloviznas son más frecuentes y frías.


El cielo empieza a lucir encapotado, la noche llega un poco antes. Solo los grandes pinos y otras plantas perennes siguen luciendo igual, como si los cambios de estación no las perturbaran.

Los primeros cambios en la coloración de las hojas se notan en la copa de los árboles, que se convierten en todo un espectáculo para los ojos de quienes sabemos distinguir los matices verdes, amarillos, naranjas, ocres y rojos vivos, todos entremezclados.


Luego, poco a poco, las hojas van perdiendo sus pigmentos hasta llegar a su parte inferior y caer lentamente formando un colchón de materia a descomponerse. Muchos árboles quedan en pura madera y son azotados por un crudo invierno que, a veces, les parte las ramas o los destruye completamente.

¿Y a qué se debe este fenómeno?


Las plantas acumulan pigmentos en sus hojas para absorber la luz y con ella la energía necesaria para crecer y sobrevivir a través de la fotosíntesis. Además, en  muchas de ellas también se producen pigmentos para el proceso contrario: protegerse de la radiación solar.


Según los expertos, el color verde se debe a que los árboles acumulan clorofila, un pigmento que se encuentra en el interior de los cloroplastos. Estos son un componente de las células vegetales que participa en el proceso fotosíntesis, donde el dióxido de carbono del aire y el agua del suelo son transformados en azúcares aprovechables por la planta. Gracias a éstos, las plantas pueden crecer y producir oxígeno.

En otoño la clorofila se reabsorbe pues requiere temperaturas cálidas y luz solar. Como en el otoño los días se hacen más cortos, la cantidad de luz disminuye, y por eso la producción de este pigmento también decrece. Por ello, las hojas de las plantas pierden su coloración verdosa.

¿Y por qué vemos hojas anaranjadas y rojas?

Porque además de la clorofila, las hojas tienen unos pigmentos conocidos como carotenoides y flavonoides, que pueden darle sus colores amarillos, naranjas y rojos. Entre ellos destacan los beta-carotenos, la luteína  y el licopeno, sí, ese mismo: ¡el que le da el color rojo a los tomates y pimientos morrones!


Los colores de estos pigmentos suelen pasar desapercibidos en las hojas porque la clorofila los enmascara durante el verano. Cuando llega el otoño, tanto las clorofilas como los carotenoides y flavonoides se degradan, pero los pigmentos verdes lo hacen más rápidamente.

¿Y por qué otras hojas que lucen azules o moradas?


Hay unos flavonoides que se producen en algunas plantas bajo ciertas circunstancias: los antocianinas. Son unos pigmentos que parecen tener función protectora frente a la luz solar y estar implicados en la absorción del excedente de radiación. En ocasiones se producen cuando los días se hacen más cortos y la clorofila ya ha comenzado a degradarse y a absorber la luz solar. Le dan a las hojas colores rojos, morados y azulados.



Todos percibimos el color de las hojas de manera diferente. Se puede decir que el color de las hojas es básicamente una sensación construída por el sistema nervioso cuando traduce la radiación electromagnética que rebota desde las hojas hasta los ojos. Los matices de color dependen de la naturaleza de la radiación y de sus longitudes de onda: dentro de cierto espectro, las longitudes de onda cortas se perciben como colores azules y las más largas como rojizas. 

jueves, 27 de agosto de 2015

Visita a Santa Ana de Beaupré, Québec City

"Visita a Santa Ana de Beaupré, Québec City"

(La iglesia católica más antigua de Norteamérica)

Uno de los paseos más interesantes y hermosos a los que fuimos durante la visita de mi padre a Canadá este verano fue a la Basílica de Santa Ana de Beaupré (en francés: Sainte-Anne-de-Beaupré).
Se trata de una basílica construida junto a la desembocadura del río San Lorenzo, 30 km al este de la ciudad de Québec.



A la misma se le acreditan muchos milagros de curas de enfermedades. Es un importante santuario del catolicismo y cerca de medio millón de peregrinos de todo el mundo la visitan cada año. 

El periodo de mayor número de visitantes es el 26 de julio, el día de la fiesta de la Santa Ana, santa patrona de Québec – y que coincide en Cuba con las celebraciones del ataque al cuartel Moncada en Santiago de Cuba. ¡Vaya casualidad!

La basílica fue inicialmente un templo para homenajear Santa Ana por los primeros europeos que se asentaron en la región, la mayoría de ellos franceses. 

Se construyó por dos razones: para tener un espacio para el culto para los nuevos habitantes del área y para albergar una estatua de Santa Ana.

La primera capilla se construyó en este sitio durante la segunda mitad del siglo XVII en torno a una estatua milagrosa de Santa Ana, la madre de la Virgen María. 
Tanto entre colonos como entre nativos convertidos, este santuario se volvió una meca de peregrinación en torno al cual empezaron a  suceder curas milagrosas. Poco tiempo después se construyó otra iglesia y antes del fin de siglo una tercera versión.

En 1876 Santa Ana se convirtió en la Patrona de Québec y ese mismo año una basílica más grande abrió sus puertas para enseñar las reliquias de Santa Ana enviadas por el Papa de entonces desde el Vaticano. 

Lamentablemente esa iglesia se quemó en 1922 y fue remplazada por la Iglesia de Santa Ana de Beaupré que se levanta hoy, y que data de 1926. Es una preciosa iglesia con hermosos vitrales de colores, mosaicos con escenas religiosas y una imponente estatua tallada en una pieza maciza de roble adornada con diamantes, perlas y rubíes.



Aquí también funciona un museo dedicado a Santa Ana. 



Hay tiendas de souvenirs a su alrededor, así como varios restaurantes y hermosos jardines.